El legado político de Nebot al país, luego de dejar la alcaldía a los diecinueve añitos consecutivos, resultará invaluable y seguirá creciendo porque tenemos al chino para largo. Todo, a cambio de nada, además, porque en los treinta y cinco años de estar él en las altas esferas de los gobiernos del Ecuador (locales y nacionales), nunca se le ha encontrado nada chueco, ni parece de este mundo en el que la voracidad de la clase política campea. Claro que nadie busca, pero ¿para qué dudar? Además, se trata de la impronta que dejan, no solo el delfín del difunto Febres Cordero, sino el Partido Social Cristiano (PSC) desde que se retomó la democracia en el ‘79, sabiendo que ha tenido sus “altos” y “bajos”. De éstos, quizá el más importante fue el del febrescorderato, periodo en el que se evidenciaron las bravuconadas del equipo de gobierno de entonces y su popularidad bajó y bajó. Pero de los “altos”, hoy están en su mejor momento: camino a Carondelet, ¡carajo!

En fin, hay que pasar las malas páginas de la historia, que por cierto no dicen mucho o nada al respecto, incluyendo la Nueva Historia del Ecuador. Total, solo se tratan de sentencias aisladas como las de los asesinatos a palos a Consuelo Benavídez y a los hermanos Restrepo, o las que procesa la Corte Suprema de Justicia actual que reconoció que hubo crímenes de lesa humanidad, aunque ya van más de cinco años sin determinar a los imputados, en torno a la desaparición y tortura a Luis Vaca, Susana Cajas y Xavier Jarrín, en 1985. Casos aislados de unos malos uniformados, nada más. Ni se diga de los cientos de casos tratados desde el 2007 por la Comisión de la Verdad, pura especulación. ¿Para qué vivir de ese pasado que fue hace fuuu? Además, ese pasado parece disco rayado. Hay que mirar a futuro y el futuro es desmarcarse del gobierno para ganar las elecciones.

¿Para qué andar con el gobierno?, si ya nadie le cree. ¿Para qué aparecer juntos?, si la idea es refundar la patria, con Constituyente si es necesario. Mejor tomar distancia de Moreno y de la Asamblea Nacional gobiernista, sobre todo de la ex Presidenta que les insultó públicamente, como a hijos.. La asambleísta Cabezas casi le provoca al chino, pero no. Nada que ver, Nebot pilas, se mantuvo chitón, cauto y actuó sin ruido pensando todo a futuro, por los jóvenes, las mujeres, los ecologistas y los indígenas que están de moda y son los votantes duros en la Sierra ecuatoriana. Además, tampoco dejarán de ser aliados del gobierno, pero mejor a distancia. Eso es sabiduría, madurez y visión estratégica.

En todo caso, no es justo sostener que este legado se debe solo a Nebot y a los socialcristianos, no hay tal. El referente de esta política exitosa en el país le corresponde también a un equipo poderoso que sabe lo que quiere. Esto es lo más importante de los últimos cuarenta años de democracia: la fidelidad, la coordinación y el compartir objetivos con los círculos exportadores, importadores y empresariales que manejan más del noventa por ciento de la riqueza del país, con las cámaras de la producción, con ciertos colegios de profesionales como el de periodistas, con ONG tipo Fundamedios o 4 Pelagatos, con el sistema de generales, con la filantropía de la Junta Nacional de Beneficencia, con la bendición de casi todos los arzobispos, con el equipo de la comunicación política de Informe Confidencial, con los alfiles mediáticos de mayor rating, con la embajada gringa y el FMI.

El legado es inmenso, una precisión de reloj suizo, una inteligencia ominosa. Incluso los lados flacos del socialcristianismo y su equipo, como son el regionalismo y el machismo, ya ha sido pensados, analizados y dados una solución. El chino, su partido y equipo supieron procesar los cambios generacionales alrededor de toda una tradición centenaria de Guayaquil independiente y de la hombría de los madera de guerrero: valores profundos de la guayaquiñelidad, que había que cambiar ante la juventud actual que cree y promueve el respeto a la mujer, la naturaleza y la diversidad cultural. Este equipo visionario ha sabido mirar esos problemitas y aprender con paciencia. Los logros son deslumbrantes.

Hoy, forma parte de este proyecto de nación, el equipo de la reconocida familia Oquendo de Quito con Radio Visión y toda la reforma de su oferta comunicacional, en función de adecuar el ingreso a la audiencia quiteña y pichinchana de la voz del chino. Una voz apacible, reflexiva, acogedora, integracionista, equilibrada, futurista. Sus efectos son plausibles, crece y crece la bienvenida de la cultura nacional que promueven.

Por otro lado, el haber canalizado el triunfo de Cinthya Viteri al sillón de Olmedo, como nueva alcaldesa de Guayaquil, representa un mensaje admirable de apertura y cambio a partir de este liderazgo femenino construido durante dos décadas. “Los políticos varones gozan de presencia de sabiduría… a las mujeres políticas nos cuesta probarla”, declaró Cinthya cuando fue candidata. Muy tinosa ella para con sus palabras no desdecir a su padrino Nebot, más bien todo lo contrario, reconocerlo y darle confianza, para mantenerlo como su tutor y proyectarlo como futuro presidente del Ecuador. Pero, en política, nadie condona votos a otro. Cinthya hizo una buena campaña con el equipo a su favor y el chino se declaró feminista: Después de la violación en pandilla de Martha y del asesinato vil de Diana y su vástago, sería extraño que quede un hombre, que se precie de serlo, que no entienda y apoye el feminismo, entendido como defensa de la igualdad de los derechos de las mujeres”, lo manifestó el 23 de enero pasado en @jaimenebotsaadi. Preciso, pertinente.

Es raro, que con tanta sabiduría y madurez de Nebot, haya sido capaz de decir algo tan torpe en 1990, cuando ya era diputado provincial de Guayas y jefe de bancada del Partido: “¡Ven para mearte! ¡Insecto, hijodepucta! ¡Maricón!”, dirigiéndose a su opositor Enrique Ayala Mora, de la bancada socialista en pleno Congreso Nacional, a pocos días de ser posesionados ambos, en su curul.

Debe haber sido un mal día para el chino cuando se lanzó a puñetear con Patiño. O quizá se le chispoteó. Lo más seguro es que el chino, en ese tiempo, era más joven y extrovertido y decía lo que siente en su corazón, sin medir mayores consecuencias, como cuando les dijo a los policías en 1985, siendo Gobernador del Guayas: “Os daremos órdenes precisas (…) Si una ínfima porción, una mínima porción de la ciudadanía tiene que caer abatida, tendrá que caer abatida. Esto, repito, no es orden de tirar a matar, esto es orden de tirar a vivir, porque con ese abatimiento van a vivir los niños, las niñas (…)” .

Chuta, muy joven el chino para meter la pata tan feo. En todo caso, el tiempo ha hecho lo suyo y ya nadie se acuerda de estas cosas que mejor se olvidan porque ya no pegan. Todo ha cambiado, gracias al invalorable legado del chino, el socialcristianismo y su equipo exitoso, que seguirá creciendo.

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