Con indignación, lamentamos haber acertado. En este espacio, desde hace mucho tiempo ya, anticipamos lo que se venía para el Ecuador. El 3 de junio de 2018 ya lo dijimos “La Trole 3 es una de las condiciones del FMI: reflexiones desde la Argentina para el Ecuador”. El 22 de julio de 2018 insistimos “¿Qué tienen que ver las estadísticas de pobreza con Assange? Respuesta: el sometimiento al FMI.” El 12 se agosto de 2018 alertábamos: “En algún momento, recesión y deflación requerirán alguna acción. Un camino sería una solución política que rompa esta espiral mediante inversión social y productiva protagonizada por el Estado. El otro camino sería desdolarización, devaluación, recorte y represión: doctrina del shock, parte dos.”

En esta ocasión, compartimos algunas recientes perlas del FMI con nuestros énfasis en negritas y algunos comentarios en paréntesis. La lectura del FMI de la economía ecuatoriana confirma que vamos por la doctrina del shock, parte dos. Al buen entendedor, pocas palabras.

“Las autoridades ecuatorianas han dado, recientemente, pasos importantes para fortalecer las instituciones fiscales y restablecer una economía competitiva impulsada por el sector privado. La nueva «Ley de Fomento Productivo» (Trole 3), aprobada por la Asamblea Nacional en junio, contiene mejoras notables en el marco de la política fiscal que van en la dirección correcta, aunque es posible realizar mayores afinamientos (recortes).”

“En el frente de la competitividad, nos sentimos alentados por las medidas adoptadas recientemente destinadas a suavizar la rigidez del mercado laboral en algunos sectores, mejorar el marco jurídico (arbitraje offshore) para los inversores y facilitar el comercio (las importaciones).”

“Los mayores precios del petróleo, las medidas impositivas temporales, los recortes en el gasto de capital (obras) y el congelamiento de las contrataciones del sector público (despidos) podrían ayudar a reducir el déficit fiscal. Sin embargo, una consolidación fiscal más balanceada y anticipada (despidos) ayudaría a aumentar la confianza y reducir los costos de endeudamiento y a alcanzar más rápidamente niveles de déficit más sostenibles (costos de endeudamiento subieron y el tamaño de la deuda también).”

“Es necesario fortalecer la posición externa de Ecuador, incluyendo un incremento adecuado del nivel de reservas (depósitos en el exterior). La tasa de cambio efectiva real está sobrevaluada (la dolarización no está funcionando), lo que representa una restricción para la competitividad, el crecimiento y la creación de empleo, así como una vulnerabilidad para las perspectivas económicas.”

“Además, son necesarias más reformas en el lado de la oferta (flexibilidad laboral) para mejorar la competitividad de Ecuador, fomentar la creación de empleo y aumentar la productividad. Ecuador podría beneficiarse de una reducción de la rigidez del mercado laboral, la ampliación de los acuerdos comerciales (TLC), una mejora en la eficiencia (subir precios de los combustibles) y confiabilidad del sector energético (privatizar empresas eléctricas y petroleras), además de continuar con los esfuerzos para enfrentar la corrupción.”

El Observatorio de la Dolarización y la Unidad de Análisis de Coyuntura del Instituto Superior de Posgrado e Investigación de la Universidad Central han sido los pocos espacios que han producido análisis rigurosos sobre la evolución de la situación económica ecuatoriana. Ruta Krítica se ha convertido ya en un referente reflexivo y el testigo contemporáneo de la historia que está viviendo nuestro país. Gracias Ruta Krítica. Lamentamos haber acertado.

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