Ezequiel O. Salinas

Desde hace meses se advirtió lo que se viene con la Trole 3. Pasemos revista como esta ley viabiliza el pacto con Chevron, beneficia a los negocios offshore de quienes nos gobiernan, facilita la privatización mafiosa y financió el Maserati de Pablo Campana.

Como alertamos oportunamente, el Pacto con Chevron se había negociado, a confesión de parte, por el Ministro de Comercio Exterior e Inversiones, Pablo Campana. La embajada estadounidense cumplió su parte. Pero el Pacto se cristalizó en el segundo alcance al veto parcial de la Trole 3, denunciada por irregular. Por pedido de Campana y de Juan Sebastián Roldán, se da paso a que los arbitrajes extranjeros como el de Chevron no requieran un proceso de reconocimiento en las Cortes Nacionales y que el laudo que favorece a Chevron anule la sentencia de Lago Agrio. Ahora que se vociferan actos de traición a la Patria, qué mejor muestra de ello que favorecer a Chevron. Lo que sí sorprende es que ante la contundente evidencia del Pacto, incialmente denunciada por la sociedad civil, ni la CONAIE ni la CONFENIAE se han pronunciado sobre la concreción jurídica del acto.

La Trole 3 y sus consecuencias tienen que seguir siendo parte del debate nacional. No podemos dejar que la persecución se convierta en la cortina de humo que tape el desangre del país que está ocurriendo. Según el Servicio de Rentas Internas, entre enero y septiembre de este año han salido 14,8 mil millones de dólares, 3 mil millones más que el mismo período del año anterior. La salida de divisas creció 25% pero la economía no ha crecido ni el 2%. Eso hace insostenible cualquier programa económico, ni de progresismo no-lo-sé, ni de derecha cuántica.

Recordemos que la Trole 3 dispone que el Impuesto a la Salida de Divisas se reduzca en el tiempo y que se exonere del impuesto a la salida de divisas a las personas que tienen empresas en paraísos fiscales. Con las últimas revelaciones, ahora sabemos que el Secretario General del Presidente, el Ministro de Comercio Exterior y el Presidente del Consejo de la Judicatura Transitorio-Encargado constan en empresas en paraísos fiscales llamadas Bismark, ProCondor y Micam. Esto es grave porque resulta que los beneficiados de las exoneraciones de la Ley Trole 3 ¡son ellos mismos! ¿Dónde está la Comisión Anticorrupción?

Quizá lo más grave, por sus características mafiosas y antinacionales, es el camino que se abre para las privatizaciones. Santiago Cuesta, asesor presidencial de Moreno, como lo advertimos en varias ocasiones, ya anunció que tiene la oferta “gratis” de bancos de inversión para entregar a capitales mafiosos pseudo-transnacionales la CNT y las eléctricas, entre otras empresas estatales. No se sorprendan, porque Fidel Egas también ya informó que quiere privatizar CNT. Anunció que ingresaría al país cerca de 30 mil millones de dólares el próximo año. Más allá de la falta de rigurosidad en las cifras, asumamos por un momento que eso valen CNT y las eléctricas, entonces resulta que no “se llevaron todo”, aunque sea han dejado $30 mil millones en dos o tres empresas públicas.

Hay que estar atentos, porque la pirueta legislativa para evadir lo que dice la Constitución y viabilizar la privatización se está discutiendo en la Comisión de Desarrollo Económico presidida por Esteban Albornoz, en dos proyectos de ley: la reformatoria a la Ley de Empresas Públicas y la reformatoria a la Ley Eléctrica. ¿Dónde están los sindicatos de los trabajadores eléctricos, de los trabajadores de las telecomunicaciones? No asoman la CUT ni la FUT. ¿Dónde están quienes defienden el patrimonio público?

En las redes sociales le han criticado a Pablo Campana por haberle comprado un Maserati a su esposa. Las críticas han sido por violar la supuesta austeridad, por el monto de la matrícula y por reducirse la base imponible del impuesto a la renta. Nadie ha criticado que el Ministro que debería promover las exportaciones compró un carro importado. No se ha criticado que el Ministro de Industrias encargado no fomente la producción nacional. Nadie ha dicho nada sobre cómo el Ministro de las Inversiones no está usando ese dinero para la inversión productiva sino para lujos improductivos. Más a fondo, no se ha mencionado que la empresa “del Ministro” ¡no es del ministro! Millenium S.A. está a nombre de sus hijos, por lo cual el ministro ha confesado testaferrismo y ha revelado que ha omitido dicha propiedad en su declaración patrimonial. También ha confesado que al instruir a la administración de la empresa que adquiera el auto “para su esposa”, está ejerciendo funciones en Millenium S.A., hecho que está prohibido por las normas de pluriempleo de la Ley de Servicio Público. ¿O quizás Campana compró el carro, parcialmente a crédito, a través de la empresa de sus hijos porque él, como miembro de la Junta Monetaria, tenía que transparentar sus relaciones con el sistema financiero?

¿Por qué la empresa “de” Campana no está a nombre de Campana? ¿Quizás por la misma razón que el poder especial de ProCondor está a nombre de la hermana de Campana?

Millenium S.A., así como ProNobis, como lo confiesa el Ministro en su comunicado, es una de las empresas inmobiliarias beneficiadas por la exoneración de impuestos a la carta que se incluyó en el artículo 35 de la Ley Trole 3.

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