Durante los días del paro, en dos semanas salieron más de 500 millones de dólares. Muchos preguntan quiénes sacaron esos dólares y a dónde se fueron. La explicación es sencilla.

Así como Macri en Argentina, Moreno se fue a Wall Street a pedir más de 10 mil millones de dólares en deuda externa. Pero ese dinero, apenas llega, en un par de meses vuelve a salir. Se llama fuga de capitales. Los ecuatorianos sacan miles de millones de dólares, el Banco Central reporta casi 50 mil millones de dólares en su estadística llamada “posición de inversión internacional”.

¿Quiénes sacaron esos dólares? No fueron los indígenas ni los campesinos ni los trabajadores. Tampoco los propietarios de pequeños negocios ni los transportistas. ¿Quiénes pueden sacar 500 millones de dólares en dos semanas? No se llevan en maletas ni en sacos de yute. Ni tampoco en billetes de veinte dólares como quiso sacar en una foto la fiscalía. Se llevan con transferencias bancarias a cuentas secretas de empresas fantasmas en bancos offshore. Eso solo pueden hacerlo las élites financieras y los grandes grupos económicos del Ecuador. Para una lista de quiénes son esas élites financieras y cuántas empresas fantasma tienen en el exterior, miren esta publicación del Servicio de Rentas Internas, que todavía no ha sido censurada.

¿Y a dónde fueron esos 500 millones de dólares? Lo supiéramos, pero Marisol Andrade derogó la resolución donde pedía que los ecuatorianos, y sus empresas, declaren las cuentas que tienen en el exterior con más de 100 mil dólares. Sin embargo, no es difícil de adivinar. A los latinoamericanos les encanta tener el dinero en Panamá y en Miami. Puede haber algún otro destino, pero no es por nada que la sucursal panameña del Banco del Pacífico fue vendida a capitalistas quiteños. Y que ahí operan cinco bancos ecuatorianos más. Tampoco sorprende la inmensa cantidad de propiedades que tienen los banqueros ecuatorianos y las élites ecuatorianas en Miami, incluyendo el episodio de “las Noras” de Guillermo Lasso.

Pero nada de eso ha sido suficiente. Ahora también quieren garantizar impunidad por los 50 mil millones de dólares que se llevaron al exterior evadiendo impuestos. En la más reciente Ley para el “Crecimiento Económico”, exigida por el FMI, incluyeron una disposición general que el SRI no podrá investigar sus dineros sucios, no podrán enjuiciarlos y no podrán ser sancionados penalmente por enriquecimiento ilícito ni fraude tributario. Es lavado de dinero, propiamente dicho. Si se acogen a esta medida (como se acogió el hermano de Macri en Argentina a una medida calcada) Edwin Moreno, Miguel Macías o Danny Walker ya no avanzaremos en investigar la corrupción offshore de los allegados de Moreno. Correa hace bien en llamar esto “corrupción institucionalizada”.

Diego Borja denunció que esta nueva Ley, exigida por el FMI, también quita la exigencia de que los bancos inviertan su dinero en el Ecuador. Ahora podrán sacar el dinero fuera del País. ¿Se dan cuenta de la gravedad de esto? Los bancos nos quieren dejar sin dólares. Claro, como ellos ya tienen sus dólares en el exterior, cuando la hecatombe llegue a nuestro país por las medidas del FMI, ellos no se verán afectados. Solo el pueblo sufrirá las consecuencias. Recordemos que la dolarización funciona con dólares y si ellos cambian todas las leyes para sacar los dólares del País, seguramente significa que, como viene diciendo Pablo Dávalos, “nos lleva de forma directa a la caída de la dolarización”.

Por Editor